Orientación con la Brújula.
La brújula es, después del mapa, el elemento
más importante para ser capaz de orientarse en un territorio desconocido. Su
funcionamiento se basa en la atracción magnética que ejerce la Tierra sobre los
objetos imantados, de forma que la aguja (imantada), siempre indique la
dirección del norte magnético.
¿Cuántos tipos hay?
Hay varios tipos de brújulas pero las más utilizadas en
desplazamientos terrestres, ubicación de puntos físicos y expediciones o
senderismo son: Las brújulas cartográficas y las brújulas lensáticas.
Las brújulas constan de dos partes fundamentales:
Base: es una pieza normalmente rectangular, con reglas o escalas en sus
bordes, tanto en alguna escala habitual para mapas topográficos (1:50.000),
como en otra más común en mapas de orientación (1:15.000). De esta forma no
resulta difícil calcular distancias sobre el plano.
Limbo:
Está colocado sobre la base, es una pieza circular giratoria. Está graduado en
360 grados dentro de los cuales están incluidos los cuatro puntos cardinales,
también tiene líneas norte-sur, una flecha para utilizar como norte, y por supuesto
la aguja imantada que siempre señala al norte
Partes de la brújula cartográfica.
Partes de la brújula lensática.
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